Por si había dudas

Tuve la suerte de no ver el partido de ayer, pero a la vista de resúmenes varios y comentarios y crónicas de unos y de otros parece quedar claro que:

• Tal y como sucedía la temporada pasada, aquellos equipos que tengan la fortuna de que el calendario los empareje con el atelti tras jornada europea pueden contar ya con los tres puntitos: no hay manera de que los jugadores cambien el chip tras el glamour de la Champions y una y otra vez ofrecen una versión lastimosa tras su regreso a la triste competición local.
• Salvo sorpresón de última hora (toco madera según escribo) la plantilla sigue tan limitada como el año pasado (o aún más como apunta algún lector del blog muy acertadamente).
• Entre las limitaciones del equipo, una que arrastramos desde hace ya más de una década (se dice pronto): la ausencia de un organizador de garantías. ¿Alguien puede explicarme por qué lo que es obvio para cualquiera la secretaría técnica se obceca en no querer verlo año tras año?
• Volveremos a sufrir viendo lo que tenemos ahí atrás. Y ojo, me tiro a la piscina: no me ha gustado nada algunas de las cosas que he visto de Asenjo hasta el momento. Sé que muchos lo han elevado a los altares pero para mí tiene todavía mucho que demostrar. Muchísimo. Y eso que lo tiene fácil: soy de los que creen que desde los tiempos de Molina el atleti no ha tenido portero.

Termino con un apunte: qué miedo me ha dado la carita del Kun según pasaban los minutos. Lo decía todo.

Uno menos

Cuan Nostradamus del fútbol anticipaba ayer lo que hoy parece confirmado: nos olvidamos de Sneijder, que definitivamente marcha rumbo a Milán. Temblando estoy esperando al que puedan traer a cambio.

Y hoy, sorteo de la Champions. Es curioso, pero percibo en la gente un extraño sentimiento de que podemos hacer algo en la máxima competición continental. Creo que tenemos asumido que la Liga este año, más que nunca, va a ser cosa de dos y que, sin embargo, en Europa podríamos dar el susto a más de uno.

Lo cierto es que no he olvidado el papelón del año pasado, que señaló de manera muy evidente el techo de aquella plantilla. Una plantilla que es prácticamente la misma que la actual. En otras palabras, incorporar algún refuerzo es sencillamente imprescindible si queremos optar a superar los resultados del año pasado.

Si la situación económica es tan catastrófica, que se reconozca como tal y se fijen objetivos en consecuencia: aspirar a repetir la cuarta plaza y punto. No más humo.

Deber cumplido

Como era previsible, el partido contra los griegos no pasó de un mero trámite. Quizá no contábamos con que se dieran un tiro en el pie ellos solitos con el gol en propia meta al poco de comenzar el choque, pero en general todo transcurrió dentro de lo previsible. Objetivo cumplido, un año más somos equipo de Champions (sí, alguien me dirá que formalmente ya lo éramos por jugar la previa, pero todos sabemos que la competición de verdad comienza en la fase de grupos).

Poco más se puede decir. Lo cierto es que el partido fue insulso a más no poder y no aguanté más de media hora delante del televisor (lo cual, conociéndome, es síntoma inequívoco de que el partido era una auténtica castaña). Eso sí, en un momento de zapping llegué a cazar el golito del Kun.

¿Y ahora qué?

Quiero creer que al haber certificado nuestro pase a la siguiente ronda de la competición europea y asegurado con ello unos cuantos millones de ingresos adicionales durante la temporada alguien de la secretaría técnica se decidirá por fin a rascarse el bolsillo y hacer algún fichaje de última hora.

Suenan José Enrique para el lateral y Sneijder para el centro del campo. Ninguno de los dos me disgusta, lo cual probablemente quiera decir que ninguno de los dos acabe recalando en el equipo y más bien nos sorprendan con otro desconocido con ínfulas de estrella que acabe estrellado a los tres meses.

Por cierto, ¿lo soñé o me pareció ver a Reyes todavía de rojiblanco?

Empezamos bien

Y no lo digo por tener aparentemente encarrilada la eliminatoria de la previa con los griegos...

Recién llegado a Madrid tras unas semanas de vacaciones me encuentro con la desagradable sorpresa de que el partido de vuelta no está incluido en el abono de este año. 20 euracos. De acuerdo, no me a arruinar el presupuesto anual, pero me toca bastante el pie.

Será cosa de la vuelta al curro, del atasco que cogí ayer, lo que sea, pero no voy a pagarlos. Así de simple. Me quedo en casita con una pizza y Telemadrid. ¿Pataleta infantil? Quizá, pero bastante es tener que aguantar a los de enfrente con sus Kakás, Cristianos y demás como para encima comenzar la temporada con cara de tonto. Si quieren pasta, que se muevan y vendan a los excedentes que tenemos en la plantilla, que no son pocos, y no vayan a lo fácil.

PD: Saludos. Con el cabreo, se me había pasado.