Aunque el trabajo más vistoso, seguido y comentado de un director deportivo es el de los fichajes, no es menos significativo la adecuada gestión de las bajas en la plantilla, máxime en equipos de la parte alta de la tabla que por su potencial económico pueden afrontar con relativa facilidad la adquisición de jugadores ya contrastados, minimizando el riesgo de invertir en jugadores en formación.
Suponiendo que el atleti se encuentra en esa franja, en ese colectivo de equipos privilegiados (no, no somos el madrid, pero tampoco el Cuenca), la gestión de nuestro amigo Suso puede calificarse como poco de francamente mejorable a estas alturas de partido: arranca la pretemporada y los jugadores poco más ó menos que van a tener que jugarse a los chinos quién usa las taquillas del vestuario dado el overbooking en la plantilla.
Pernía, Luis García, Reyes, Cleber, Maxi... jugadores con los que por unos motivos u otros no se cuenta y para los que todavía no se ha encontrado acomodo. Nóminas elevadas y, lo más importante, unos ingresos imprescindibles para pensar en esos refuerzos que todos tenemos en mente.
Suso coño, muévete.
