28 diciembre 2009

Adiós sr. Pongolle


Me gustaría decir que ha sido un placer, pero no lo ha sido. Es más, verle trotar por el verde del Calderón ha sido un suplicio. Lo sé, lo sé. No es culpa suya. Usted da todo lo que tiene dentro. Por poco que sea, añado yo.

A estas alturas debería estar acostumbrado a fichajes de esta calaña, pero reconozco que me siguen llevando los demonios con cada nuevo caso. La historia es vieja: alguien en las oficinas del Calderón cree haber descubierto al nuevo Diego en un jugador de un equipo de segunda. Si además se da la circunstancia de que el tipo en cuestión ha marcado un gol al Madrid, aunque sea de rebote, fichaje hecho. ¿Cuántos con este perfil habremos visto pasar por el Manzanares estos últimos 20 años? Jugadores que basta con ver cómo corren, cómo controlan un balón, cómo le pegan, para darse cuenta de que no deberían ganar dinero jugando a esto. Y Sinama es un ejemplo más. La mitad del equipo de mi barrio tiene más clase y juega mucho más que él (la otra mitad también en su momento, pero la cerveza ha causado estragos).

En definitiva. Suerte sr. Pongolle. A los amigos del Sporting, gracias. De corazón. Os lleváis una joya. Y si vuestros 6 kilos ayudan a que Silvio termine aquí, mejor que mejor.

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