Nos ganó el banquillo

Ni Cristiano, ni Higuaín, ni ninguno de los galacticos que acumulan nuestros vecinos. Ayer nos ganó la segunda línea, ese grupo de jugadores que, en el fondo, constituye la base de un equipo y que soporta, salvo excepciones, la trayectoria de un conjunto a lo largo de una temporada.

Vale que Arbeloa no volverá a marcar un gol así, en su vida, aunque lo intente quince años seguidos; que el de Xabi pareció de patio de colegio y mejor ni comentar el tercero. Pero la diferencia que se vio ayer en el campo no la pusieron las estrellas de unos ni de otros (Forlán, revísate el vídeo del partido con calma y luego nos dices, con sinceridad, si no mereces que la grada te tire de las orejas), sino ese otro 70% de la plantilla. Esa columna vertebral que tan débil tenemos.

Luis, mañana no te líes

Luisete, mañana, teniendo en frente a uno de los mejores y más determinantes jugadores del mundo, tienes la oportunidad de compensarnos por tantos y tantos errores. Es el día de demostrar que aquel defensa que nos deslumbraba atrás no hace tanto no ha desaparecido. No te líes.

Y si puedes, no hagas faltas cerca del área. Ya sabemos cómo se las gasta el portugués desde ahí.

Diego, aquí no hay SGAE

Te equivocas Diego mordiendo la mano que te da de comer. Que te da para comer muy bien, por cierto. Langosta a diario si te apetece. Vale que estés cabreado porque el Madrid no te fichó el pasado verano. Quién te vería ahora correteando al lado de Cristiano, ¿eh?. Vale que el año está siendo complicado. Frío, lluvia. Qué pocas ganas de salir a correr, ¿verdad? Pero amigo, si llevas una temporada a años luz de la anterior, no sólo en desempeño sino, lo que más se nota y lo que más duele al aficionado, en actitud, es normal que se te chille en el campo. A ver si espabilas. Te recuerdo, de nuevo, que ganas una pasta. Que se te supone uno de los mejores goleadores del mundo. Y que todo ello implica mayor exigencia de la grada. ¿El ayer? Esto es fútbol. Aquí no hay SGAE. No vale con marcarse un temporadón y luego vivir de las rentas. Si te gritan, esfuérzate más, es así de simple.

Allá por junio ya decía que había que abrirte la puerta para tu marcha y hacer caja. Muchos opinaban como yo. Evidentemente, nuestro amigo Suso optó por lo contrario. Tus números y sobre todo tu manifiesta falta de compromiso a lo largo de la temporada demuestran que, una vez más, se equivocó.

Eres un gran jugador Diego, nadie lo pone en duda. Pero aún así tienes la obligación de demostrarlo todos los días, dejándote los eggs en el campo como cualquier otro. Y si las cosas no te salen y alguien te llama feo desde la grada, te aguantas, que no tienes cinco años.

Pitarch renovará si el equipo entra en Europa

Eso al menos publica AS en su edición de hoy. Estamos listos. Por momentos hasta dan ganas de que nos quedemos fuera de las competiciones europeas, pero me temo que ni siquiera eso nos garantiza la marcha de Suso.

Según las informaciones del diario, nuestro amado director técnico tiene una claúsula en su contrato por la cual renovaría automáticamente en caso de conseguir la clasificación para la Champions o la Europa League. Curiosamente, tiene otra por la que habría que indemnizarle en caso de no renovarle. Espectacular, yo también quiero uno así. Queda claro que si Suso es una desgracia, su agente en cambio es un crack. Quizá es a él al que deberíamos ofrecer el puesto. Dudo que lo hiciera peor que su representado.

Curiosa también la lectura de los objetivos reales que se manejan en el club; al iniciar la temporada se habla de ganar algún título y por supuesto de entrar en Champions como el gran objetivo. A la hora de la verdad, basta con entrar en la hermana pequeña de la orejuda. Aunque sea de rebote y en el último minuto, como parece que va a pasar este año.

Cerezo tira la Liga

"Parece que la Liga la tenemos negada. Tenemos que centrarnos en la final de la Copa del Rey y en llegar a la de la Europa League". Mal, señor Cerezo, mal. Es obvio, pero mal. Un aficionado puede decirlo. Un tertuliano de Marca puede decirlo. Usted no. Porque está enviando a sus jugadores, a sus empleados, un mensaje muy peligroso. Un mensaje que invita a quitarnos de la lucha por los puestos europeos. Un mensaje que, mal entendido, puede incluso meternos en algún problema con los de abajo.

Si queremos llegar en plenitud a esa final de Copa hay que hacerlo disputando al 100% la liga. ¿Descansar? Para eso ya tendremos la semana previa a la final. Se saca a jugar al B y listo. Pero si el plan es pasearnos por el campeonato de la regularidad hasta entonces, mal vamos.

¿Y qué decir de su este año nos toca ganar en el Bernabéu seguro? Cansados nos tiene de sus predicciones y su perenne gafe. Ni una sola vez que ha salido en vísperas de un encuentro con mensajitos de estos hemos sacado nada.

Cállese señor Cerezo y dedíquese a lo suyo. A hacer películas, digo.

Adios Champions

Los últimos resultados nos habían acercado a los puestos de arriba y muchos habían comenzado a hablar de Champions. En la liga de los tuertos, en la que los dos de arriba están a años luz del resto, dos buenos resultados parecen dar derecho a soñar casi con cualquier cosa. Ayer nos pusieron en nuestro sitio. Que no es la Champions. Este año no, al menos.

Alguno se escudará en las ausencias. En que no estaba el Kun. Pero lo cierto es que no hay excusa. La temporada que estamos haciendo no es de Champions y bastante será si llegamos a la Uefa. No nos vendrá mal que el Sevilla haga sus deberes.

La Copa sigue siendo nuestra oportunidad de hacer algo este año. Un cara ó cruz. Pero eso ya nos da un 50%. La Europa League la doy por perdida; con el cuadro que nos ha tocado en el sorteo no veo posibilidad alguna ni tan siquiera de llegar a la final. No hay equipo para ello.

Volviendo a Mallorca, si queremos ser optimistas la buena noticia fue el partido de Mario Suárez. Presumiblemente el año que viene volverá al Calderón y visto lo visto, tiene sitio en el equipo.

PD: Sí, lo de Perea fue de chiste, pero ¿para qué insistir en lo obvio?

PD2: Messi, impresionante.

Frío, bostezos y los tres puntos

Frío. Sopor. Y victoria ante un equipo, el Osasuna, que últimamente sólo nos daba disgustos. Jugando con diez para darle algo más de mérito. Lo positivo, que atrás las cosas empiezan a coger forma. Los sobresaltos que antes eran norma comienzan a ser puntuales. Hasta Perea parece volver a mostrar su lado bueno. Lo negativo, el manifiesto cansancio que acumulan los de arriba: Kun y sobre todo Forlán parecen salir al campo con la lengua fuera. Nos cuesta un mundo marcar.

Se echó de menos a Reyes, el único de medio campo para arriba auténticamente desequilibrante durante el último mes. Pero más se nota la ausencia de Tiago, el único capaz de poner un poco de pausa y toque en el mediocampo del equipo no en el último mes, sino en años.

La victoria nos coloca, por primera vez en algún tiempo, más cerca de Europa que del descenso. 8 puntos nos separan de la Uefa y 12 de la Champions. 13 jornadas por delante. Mucho por jugar todavía.

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Disfrutemos del momento, no sé cuánto nos durará.

De aquí a final de temporada

• Mantendremos la línea ascendente pero irregular en Liga, alternando partidazos como el de ayer frente al Valencia con tristes encuentros como tantos hemos vivido estos últimos meses. Aún así estaremos cerca de entrar en puestos de liga europea.
• Conforme se acerque el final del campeonato y se constate que el Sevilla es equipo de Champions (lo que a su vez nos concederá automáticamente la plaza europea de la Copa con independencia de lo que pase en la final) iremos soltando el pie del acelerador en la Liga.
• La gran apuesta seguirá siendo esa final copera a la que hemos llegado casi sin darnos cuenta.
• La liga europea puede significar nuestra redención después de muchos años de oscuridad en competiciones foraneas; queramoslo ó no es el escaparate donde la plantilla querrá lucirse. Si los sorteos nos respetan podemos llegar lejos.
• El riesgo: dejarse llevar por Copa y Europa y relajarnos en exceso Liga. No quiero ni pensar en llegar a mayo peleando por no entrar en puestos de descenso.

Dicho todo esto, es innegable la mejora de juego de las últimas semanas. Nos falta recuperar ese último push final del Kun y Forlán para volver a ver en poco tiempo nuestra mejor versión. Y seguimos esperando a Salvio.

No va a ser esta una gran temporada, para qué engañarse; es obvio que nos separa un abismo de los dos grandes y pensar sólo en disputarles el título de la regularidad en el corto plazo (uno-dos años) suena disparatado y el año que viene no escucharemos el himno de la Champions en el Calderón. Aún así, si conseguimos traernos ya sea la Copa, ya sea la ex-Uefa, bueno será. Y, por qué no, todavía podemos pensar en un doblete. Descafeinado quizá, pero doblete al fin y al cabo.