06 agosto 2007

Señales mixtas

Señales mixtas es un término usado frecuentemente en el mundillo de las apuestas hípicas para describir antes de una carrera el estado de aquellos ejemplares que dan simultaneamente sensaciones positivas y negativas (parece que comienza a coger la forma pero el jinete que lleva es un paquete; la última la corrió mal, pero era con barro y hoy corre en seco, su especialidad...) Lo cual es bastante diferente a aquel otro que ni fú ni fá. En estos casos, es el apostante debe dejarse guiar por su intuición y tratar de ponderar los elementos a favor y en contra, anticipando de qué lado de la balanza caerá el plato.

Pues ese es nuestro atleti hoy. Por un lado es evidente que en el plano individual hemos dado un salto cualitativo; Simao, Reyes, Luis García y Forlán son jugadores capaces de hacer jutos cosas que hace tiempo que no veíamos en el Calderón. Sumésmole Agüero, Maxi y algo de Jurado y la melodía parece que tiene ritmo. Por otro, seguimos arrastrando las mismas carencias en el centro del campo que tanto hemos venido lamentando durante la última década (sí, década, no es ninguna exageración, echad cuentas). No entiendo cómo la directiva sigue resistiéndose a fichar año tras año un organizador contrastado. Mi esperanza de este año (a afalta de ver a Cleber Sanatana) se llama Raúl García; confío en que le gane por la mano el puesto a Maniche y/p Luccin. Ha mostrado detalles que invitan a la esperanza. Ya se sabe, en el mundo de ciegos el tuerto... Y, por supuesto, que Aguirre se olvide una vez por todas del petardo de Costinha.

Lo dicho, las pachangas del fin de semana nos dejan el sabor agridulce de ver detalles que invitan al optimismo... y otros que conducen a pensar en un nuevo fiasco.

Esto acaba de empezar, seamos positivos. Este año casi hay plantilla. Y ya es mucho decir.

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