21 septiembre 2007

¿La hora de Aguirre?

Vaya banda de barrio la de los turcos que se pasearon por el Calderón ayer por la noche, espero que al menos hayan aprovechado la visita para hacer compras por la capital, a la vista de que a jugar al fútbol no vinieron. Claro que estamos hablando de un segunda división de la liga turca, el equivalente a un regional de estos lares, qué podíamos esperar. Lo cierto (y preocupante) es que la ansiedad que rodea al club desde hace años nos hace ver como descomunales gigantes a cualquier equipucho con el que nos las tenemos que ver.

Fui de esos que aun con el partido de cara, dos arriba apenas transcurridos veinte minutos, pitaban al equipo. Porque encuentro inaceptable que mi atleti juege (si es que puede emplearse este término para referirme al espectáculo que presenciamos) tan, tan mal ante un equipo visiblemente tan, tan limitado.

Y lo triste es que este año, por primera vez en mucho tiempo, tenemos las piezas para montar el puzzle. Se ve en jugadas aisladas, una pared aquí, un regate allá; detalles que no pasan desapercibidos porque llevamos mucho tiempo sin verlos al lado del río.

De donde quizá podemos deducir, como llevan repitiéndome mis vecinos de localidad desde hace meses, que Aguirre no es entrenador para el atleti, que le viene muy grande y que las deficiencias tácticas del equipo crecen cada día que pasa. En su momento no me desagradó la idea de su renovación, dar por una vez continuidad a uno de los innumerables proyectos que hemos visto surgir y fracasar a los pocos meses, pero tengo que admitir que esto no marcha. Es cierto que la plantilla del año pasado, con lesiones de por medio, no daba para mucho, pero este año se ha fichado bien, se han incorporado al plantel refuerzos de calidad pero seguimos sin ver equipo, idea de juego ni nada que se le parezca. Y con tales síntomas hay que mirar forzosamente al banquillo, al técnico.

A Aguirre se le empieza a notar la presión de sentir como se le acaba el crédito (el de la directiva, el del público creo que lo ha perdido hace tiempo) y quizá se acerca a la encrucijada que muchos vislumbramos: dar continuidad a su planteamiento, defensa, defensa, defensa ó dar su brazo a torcer y morir matando; sacar por fin toda la artillería y jugar a meter uno más que el adversario. Ojalá apueste por la segunda.

No hay comentarios: