No nos dieron opción; quedó de manifiesto que seguimos un escalón por debajo. Ya lo vimos en el partido contra el Madrid. Salimos fuertes y con el regalo de Abbiati desaparecimos del campo. Simplemente se acabó el partido. Al poco llegó el segundo gol para certificarlo y a partir de ahí rondo. El barça a tocarla y el atleti a juntar líneas, pensando más en evitar repetir la media docena del año pasado que en intentar remontar el partido.
El barça es, a día de hoy, mucho más equipo. La sensación de superioridad que mostró fue total. Los que hemos jugado algo a esto sabemos verlo en los gestos y actitudes de unos y otros. Pero eso no quita para que por momentos el atleti pareciese dejarse ir, rendirse a la evidencia sin luchar; lo dicho, probablemente tácitamente se estaba firmando un pacto de no-agresión: tiro la toalla, no te presiono y tú no me metes cinco más.
Hay que pensar en el próximo. El barça juega una Liga que todavía no es la nuestra.
08 octubre 2007
El barça, muy, muy fácil
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1 comentario:
repasito que os dieron
de todos modos habria que ver que hubiese pasado sin la cantada del italiano
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