16 septiembre 2009

Sin palabras

Habréis notado que últimamente he perdido punch. Mi ritmo de publicación ha caído en picado y aparentemente he perdido un tanto el interés. No es eso. Simplemente, creo que el juego y todo lo que rodea al club han conseguido deprimirme.

Hemos pasado muchas etapas de juego lastimoso, plantillas insuficientes y técnicos limitados. A los Gil y compañía los conocemos desde hace años también. Coño, si hasta hemos pasado un par de años en segunda. Y aún así, nunca hasta ahora este equipo me había hecho sentir así. Apático. Resignado. Rozando la indiferencia ya.

Ayer, en el campo, viendo lo que se veía sobre el césped, oyendo lo que se oía en la grada a mi alrededor, sólo lamentaba no ser del Madrid, estar metiendo manitas por Europa adelante, tener un presidente en condiciones y, en definitiva, disfrutar con esto del fútbol.

¿Es grave doctor?

2 comentarios:

Javito dijo...

es lo que hay... solo queda resignarse. Esto es el fruto de una mala planificación perpetuada año tras año: una mala dirección deportiva que no es capaz de fichar bonito y barato, una plantilla que cobra como en champions cuando juega como en segunda.... no se. son tantas cosas... y sobre todo ahora se ven los frutos de una cantera que no existe. simplemente. así que a resignarse. a aguantar el chaparrón y hacer cábalas por si algún arreón de Forlán y compañía nos mete este año en UEFA... pero yo no haría muchas cuentas.

Lamentable

yosoyasin dijo...

Hombre, querer ser del madrid siempre es muy grave. Yo no soy médico, pero soy estadístico y te diré que existe una fuerte correlación entre el acomodo y el madridismo, pero quizás nuestro sufrimiento es ya tan malo que nos autoinducimos un aburrimiento colectivo para no enterarnos de él.
De cualquier forma, cuando ayer terminó al partido, miré a mi hermano mientras la gente salía cabizbaja: Que cansado estoy del atleti. Cuestión que a mi hermano le sorprendió. La situación es general con todos los aficonados, esperemos que sirva para que la directiva se de cuenta de sus errores.